Históricamente, siempre ha habido una connivencia entre el partido de la mano y el capullo y los secesionistas catalanes.
Por lo tanto, que ahora vayan de la manita,
aunque procuren disimularlo por aquello de no espantar demasiado a su
electorado, no debería engañar a nadie. Naturalmente, siempre habrá crédulos interesados
que se traguen la rueda de molino (todo, con tal de que no gobierne la
derecha), pero… si Cocomocho pasó por tres pisos francos durante su última estancia en Barcelona, ¿cómo es que nadie le detuvo? Es más, ¿cómo
pueden los secesionistas tener pisos francos?
Iban a arreglar el contencioso, decían…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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