La corrupción parece haber llegado a
todos los ámbitos de la vida en España. Eso no quiere decir que todo en España
esté absolutamente corrompido, sino que hay rastros de podredumbre por todas
partes.
Sin embargo, uno es un ingenuo y
quiere pensar que todavía quedaban reductos que habían resultado inmunes a esa
tendencia generalizada de corrupción. Las víctimas del terrorismo, por ejemplo.
Las de siempre, quiero decir, no las de Pilar Manjón (que no digo que sea una
corrupta, pero sí que parece anteponer sistemáticamente su sectarismo a su
dolor como madre).
Pues no, hasta ese teórico reducto de
integridad se ha visto contaminado, al parecer. Y digo al parecer porque hace un mes se produjeron unas declaraciones en
las que se afirmaba que Ángeles Pedraza había convertido la AVT en su cortijo. Sin embargo, después de
eso, el silencio…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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