martes, 4 de marzo de 2014

Tiembla, Imperio

En un ejercicio de gestión empresarial, la embotelladora en España de Coca-Cola ha decidido unificar su factorías, lo que conlleva el cierre de algunas de ellas y, claro, el despido de parte de sus trabajadores. También en un legítimo ejercicio de defensa de sus intereses, los sindicatos han planteado movilizaciones en contra de esta medida. Sin embargo, aquí ya empezamos a pillar algunos patinazos, ya que uno de los eslóganes dice Madrid no produce, Madrid no consume. Eso me hace plantearme si los trabajadores de Coca-Cola quieren que la empresa tenga diecisiete factorías (una por comunidad autónoma), diecinueve (añadamos Ceuta y Melilla), cincuenta (una por provincia), cincuenta y dos (añadamos de nuevo Ceuta y Melilla)… o quizá algo más de ocho mil (una por municipio).
Por otra parte, y metiéndose donde no les llaman, el PSOE tomó partido y uno de sus dirigentes (en concreto, Rafael Simancas, ese al que Tomenos hizo bueno) anunció que sus diputados no consumirían Coca-Cola mientras la empresa plantee despidos.
Yo últimamente tomo menos Coca-Cola (y la disfruto más) de lo que solía tomar, pero con proclamas como esa aplico la doctrina Mafalda y la verdad es que me entran ganas de volver a beberla a litros…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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