viernes, 12 de septiembre de 2014

Corrección política

Muchas veces, los gobernantes, sobre todo en países democráticos, actúan teniendo en cuenta la opinión pública, el qué dirán. Actualmente, esto esta llevado al extremo con la llamada corrección política, que en algunos casos equivale directamente al suicidio.
Así, por ejemplo, se invoca el respeto a otras culturas para permitir que los musulmanes impongan sus costumbres en occidente, desde el papel secundario al que relegan a las mujeres hasta el permiso para ejercer el proselitismo. Y esto es así aun cuando el Islam es, por principio, una religión bastante intolerante: en muchos casos, en los países musulmanes no está permitido edificar templos no islámicos, portar simbología religiosa no islámica ni, mucho menos, predicar una fe no islámica. Es decir, si ellos vienen, respetamos sus costumbres; y si nosotros vamos… respetamos sus costumbres.
Recientemente ha saltado una noticia escalofriante: durante dieciséis años, las autoridades británicas permitieron abusos a mil cuatrocientas niñas. Y lo hicieron por no parecer racistas. Pues han quedado como el culo…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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