Leyendo las palabras de la presidente
de la Junta de Andalucía –dijo soy roja y decente y no voy a permitir que se manche el nombre del PSOE- dos ideas me
vinieron a la mente.
La primera, que los adjetivos rojo, decente y cuerdo se
pueden aplicar, pero sólo de dos en dos: si se es rojo y decente, no se está
cuerdo (ejemplo paradigmático, Julio Anguita, que desde que murió su hijo en
Irak dejó de ser un iluminado porque
se le fundieron los plomos); si se es rojo y se está cuerdo, no se es decente
(la izmierda en general); y si se es
decente y se está cuerdo, no se es rojo.
En cuanto a lo de manchar el nombre
del PSOE… para eso, primero tendría que estar limpio, cualidad de la que carece
desde sus mismos orígenes. Como dice el Evangelio, empecatado nació.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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