Según quien lo dirija, algunos
epítetos que se lanzan con la intención de insultar, de denigrar, de ofender en
suma, deberían ser tomados más bien como elogios o cumplidos. Esto es así en mi
caso cuando gente que se dice de izquierdas me llama facha; y en el caso del presidente de Sociedad Civil Catalana,
cuando a su hija la llaman fascista los necionanistas,
debería hacer lo mismo: tomárselo como un cumplido (sin excluir las correspondientes acciones legales, por supuesto), ya que es proferido por
quienes de verdad se comportan como fascistas arquetípicos.
Y es que todos los totalitarismos -y el necionanismo catalán lo es- acaban pareciéndose...
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario