viernes, 10 de octubre de 2014

Matones de barriada

Acostumbrados a que sus amenazas sean atendidas cuando sus exigencias no reciben la respuesta que ellos esperan, la reacción de los secesionistas catalanes ante la suspensión fulminante y unánime de su sedicente referéndum por parte del Tribunal Constitucional (que, por una vez, ha cumplido su deber con la diligencia debida) ha sido la que cabría esperar.
Han recurrido, como no podía ser menos, dicha suspensión, pero deslizando una amenaza nada velada: no saben qué podría pasar si su recurso no fuera aceptado. Es, por lo tanto, el típico o si no…: o levantáis la suspensión, o la gente podría levantarse. Amenazas totalitarias de la peor especie.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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