miércoles, 8 de octubre de 2014

Ese pequeño país

Últimamente ha venido hablándose mucho del hecho diferencial catalán para justificar casi cualquier reclamación o concesión que se reclame u otorgue a ese rincón de la antigua Corona de Aragón. Y si bien en la mayoría de las cosas los catalanes tienen los mismos defectos y las mismas cualidades que la generalidad (con minúscula) del resto de los españoles, es cierto que en algunos casos su idiosincrasia presenta rasgos verdaderamente peculiares.
Por ejemplo, el hecho de que un alcalde socialista de esa región (que pertenece a un partido que puede influir en el PSOE, pero en el que el PSOE no puede influir, he ahí otro hecho diferencial) declare, y se quede tan ancho que no tiene ni idea de lo que había dicho su secretario general (perdón, el secretario general del PSOE) acerca del sedicente referéndum sedicioso y que no le importaba mucho.
Otro rasgo peculiar es que el presidente de esa comunidad autónoma, además de encabezar un movimiento de secesión, rebeldía y desacato hacia la Constitución a la cual debe su cargo (en eso se le adelantó el clon del Señor Spock hace ya una década), declare al ser entrevistado que no sabe si es corrupto, aunque cree que no.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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