El caso de Quebec era un buen
precedente: cuando los secesionistas pierden un referéndum, siempre vuelven con
esa matraca al cabo de unos años. En cambio, si alguna vez ganaran, sería
bastante dudoso que al cabo de unos años permitieran la celebración de un nuevo
referéndum para explorar la posibilidad de reincorporarse al país del cual se
separaron.
Por ello, cuando en el caso de Eescocia
triunfó el no a la independencia,
avisé que los independentistas no se iban a dar por vencidos, aventurando un
plazo de unos cuantos años. Me equivoqué: menos de una semana después, el
dimitido Salmond afirmó que Escocia sería independiente si ganaban las elecciones.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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