Con este apelativo se refiere una
buena amiga mía a los que yo llamo retroprogres
y describo como los que se dicen de
izquierdas pero viven como nos gustaría vivir a los de derechas. Los
ejemplos más claros serían el nieto del picaor y Bocabuzón, que empezaron siendo artistas
del régimen (el anterior, claro) para, sucesivamente, proclamarse
comunistas, socialistas y productores de películas de folclóricas. Todo ello,
sin bajarse de la pela (del euro, actualmente). Pero hay muchos más. A poco que
tengan éxito –ojo, que no digo que perseguir el éxito económico sea malo, sino
todo lo contrario; lo que critico es que hablen de igualdad, solidaridad y
demás dades mientras, sin sonrojarse
lo más mínimo, llevan una vida de lo más acomodada y elitista- olvidan sus
austeras consignan y se dan a la vida muelle… aunque sin dejar de criticar a la
derecha, el capitalismo, el mercado y demás enemigos
del proletariado.
Viene esto a cuento de la noticia que
recientemente, como suele decirse, ha saltado a los medios a propósito de José
Miguel Monzón Navarro (qué suerte tuvieron los enfermos cuando abandonó su
profesión para dedicarse al mundo del espectáculo). Según él, Hacienda le ha metido un puro que alucinas. Según la
aludida (Hacienda), ha defraudado (él dice que no) y ha tenido que pagar casi
un millón de euros (que se dice pronto) por tributar a través de una sociedad
cuando, en realidad, debía hacerlo por el IRPF. Según él, los papeles los llevaba una gestoría y ellos eran los encargados de interpretar las normas. Debe ser que
no se ha enterado que las normas no se interpretan, se cumplen.
En lo único que estoy de acuerdo con
él es cuando dice Eso de que soy rojo
habría que verlo. Porque lo que es en realidad es un jeta de marca mayor
con una cara de cemento armado.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario