La izquierda española en general, y los socialistas en particular, sólo coinciden con la verdad por casualidad o por error. En cualquier caso, sin pretenderlo: viven instalados en la mentira, la falsedad, lo que no es. Por eso, cuando lo que dicen coincide con la realidad hay que ir más allá, buscar lo que pretendían decir, que casi nunca es lo que en realidad ocurre.
Esta introducción tan enrevesada responde a las palabras de Susana Díaz, que ha dicho que el Título VIII de la Constitución es letra muerta. Y es cierto, pero no por las razones que supongo ella considera responsables. Porque lo que imagino que quiere decir es que, dado que el régimen autonómico no sirve para que Cataluña (y también Vascongadas… casi iba a escribir País Vasco) se sienta a gusto en España, hay que cambiarlo (por un modelo federal, sea lo que sea eso en la jerga socialista). Cuando lo que ocurre en realidad es que a los nacionalistas catalanes (y los vascos, pero al menos estos tuvieron la honradez ética de no votar a favor) nunca les ha importado una higa la Constitución, y nada de lo que se cambie les hará variar de opinión.
Y eso es algo de que la clase política española parece negarse a reconocer.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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