domingo, 2 de noviembre de 2014

Por sus actos los conoceréis…

…y no por sus palabras. Porque éstas, según de donde vengan, resultan contradictorias. O eso, o tienen un reparto de papeles muy bien montado.
Para empezar, Durán y Lérida. Como de costumbre, actúa como el nacionalista moderado, el bueno, podríamos decir. El que busca aparecer como la voz de la razón y la concordia, alguien que quiere evitar perjuicios no inexorables. El que apunta que sería un error el que Rajoy impugnara el nuevo 9-N. Debe ser que no ceder a los chantajes de un matón, en catalán, se dice error
Luego está el del mentón y el tupé, al que le gusta ir de gran estadista, del tipo más listo de la clase. El que dice que la unidad, la determinación y la astucia nos hacen imparables. Salvo que se refiera al hecho de que van cuesta abajo y embalados al precipicio, no está demasiado claro a qué se refiere, porque está consiguiendo fragmentar su coalición y descolocar a su aliado más importante.
Finalmente, el estrábico, que va de exaltado, de poli malo… y que probablemente sea el único que dice la verdad. Porque el afirmar que la independencia no se negocia, se proclama y se ejerce viene a ser el reverso de lo que Tywin Lannister le dice a su nieto (por partida doble) Joffrey: un verdadero rey no ha de afirmar continuamente que es el rey.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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