Entre las reacciones más curiosas y
desagradables a la patochada del nueve de Noviembre se encuentra la de los
dirigentes de la rama catalana del Partido Popular. Quizá con sentimiento de
culpa por haber sido dejados en evidencia dentro y fuera del partido y de la
región, se han despachado diciendo que Cayetana Álvarez de Toledo no tiene legitimidad para hablar sobre
el tema porque no es catalana: sólo los catalanes, y algunas personas escogidas
como Rajoy o Sáenz de Santamaría, gozarían del nihil obstat para expresar su opinión.
Sin embargo, el núcleo de toda esta
cuestión secesionista reside en que la Constitución establece que la soberanía
popular reside en el pueblo español. No en una parte de él, sino en todo en su
conjunto. Por lo tanto, lo que de un modo u otro afecta a España (y la eventual
secesión de Cataluña sin duda afectaría) concierne a todos y cada uno de los
españoles, que gozan del derecho de ejercer su libertad de expresión y de
opinión sobre el tema.
Por no hablar de que, soltando
semejantes sandeces, los populares
catalanes le están haciendo el caldo gordo a los secesionistas…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
P.D.: Con esta ya van dos mil entradas
en el blog. Cuando empecé ni siquiera pensaba en alcanzar tal número, y menos
de un modo tan (relativamente) rápido. ¡Bien por mí!
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