El sedicente censo electoral sedicioso era de unos seis millones de votantes. Hay que tener en cuenta que dicho censo era más amplio que el habitual, dado que incluía a mayores de dieciséis años, a extranjeros e incluso a personas muertas (Elvis Presley) o imaginarias (Bob Esponja).
De ellos, votaron (vamos a asumir que los resultados que ha dado la Generalidad son ciertos) dos millones doscientas mil personas, es decir, poco más del treinta y seis por ciento, de los cuales un ochenta y dos por ciento dio el doble sí perseguido por los promotores de la performance. Esto equivale a un treinta por ciento del censo.
Ahora, asumamos que todos los que votaron eran españoles, mayores de dieciocho años vivos y que no votaron más de una vez (aunque sepamos que de hecho algunos votaron varias veces). La conclusión es que quienes desean la secesión de Cataluña (hemos de suponer que son los más concienciados, y por tanto los más motivados para participar en la patochada) no suponen más de una tercera parte del total. No parece una opción muy mayoritaria, la verdad…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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