En el último siglo y medio, España
como país ha tenido básicamente dos enemigos internos: los regionalistas
secesionistas (singularmente, vascos y catalanes, a pesar de que esas regiones
han sido tradicionalmente favorecidas por el poder central muy por encima de
sus méritos) y los izquierdistas (tanto más enemigos cuanto más extrema fuera
su ideología).
Recientemente, ambas corrientes han
acabado de confluir, ya que el sindicato del alcalde comunista de Marinaleda ha prometido concentraciones en toda Andalucía en apoyo a la patochada
secesionista de mañana en Cataluña.
Al menos, ya nadie podrá decir que no
sabemos con quién nos jugamos los cuartos…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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