Probablemente aburrido de contar
nubes, zETAp vuelve a hacer lo que mejor se le da: no el destrozar todo lo que
se le ponga por delante, de su partido a España, sino zascandilear como el
inmaduro corto de alcances que es.
Primero, en un caso claro de desautorización
implícita del secretario general de su partido, se dedica a apoyar a la
presidenta de la Junta de Andalucía diciendo que tiene capacidad de gobernar lo que se le ponga por delante. Como si
Pedro Sánchez no tuviera suficientes problemas con las posibles ambiciones de
Susanita, viene un antecesor en el cargo a azuzarla.
Y luego, va y se reúne con el otro
aspirante a sucederle, esta vez desde fuera. Si lo anterior tiene poca
justificación desde una óptica puramente partidista, esto menos aún. Otro miembro
de la reunión fue José Bono, otro aficionado a enredar.
Evidentemente, los miembros del actual
aparato han saltado sobre su antiguo
líder. La secretaria de empleo calificó la reunión de inadecuada y sinsentido;
el recientemente jubilado Alfonso Guerra también arremetió contra Rodríguez y sus teorías conspiratorias.
A modo de excusa para no avisar a su
jefe de filas de la reunión, el padre de las góticas dijo que no suele compartir su agenda con él. Debió
sentarle bastante mal, porque en el primer acto público que compartieron el
actual secretario general y el antiguo, se negaron a darse la mano.
En cuanto a la reacción de Sánchez,
consisitió en lanzar un aviso a Rodríguez y Bono por su cita con Iglesias.
Pretendiendo sacar pecho de la legitimidad que le confiere haber sido el primer
secretario general elegido por la militancia, pidió responsabilidad y dijo que en el PSOE ya no deciden cuatro.
Desde luego, sería una novedad que en
cualquier partido político español, no sólo en el PSOE, decidieran cuatro… o
tres, o dos siquiera. Por sistema, en cualquiera de ellos sólo decide uno.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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