Para los que creemos que un gobierno de izquierda es lo peor que le puede pasar a España, y tanto peor cuanto más a la izquierda se encuentre, la emergencia de una fuerza de cierta potencia a la izquierda del PSOE no deja de ser, paradójicamente, una buena noticia.
Y esto es así por la Ley D’Hont con la que funciona el sistema electoral español. Si dos partidos se disputan un determinado número de votos, la suma de los escaños obtenidos por ambos será menor cuando más parejos se encuentren los sufragios que obtenga cada una.
En parte, esta es la razón tanto de las grandes mayorías obtenidas por el PSOE bajo el liderazgo de González como de el paulatino desplome en la etapa reciente. Unos comunistas reducidos a la mínima expresión en los años ochenta y noventa, y un aumento de votos trasvasados del PSOE a la extrema izquierda en las últimas elecciones hicieron que lo que parecía un suelo electoral infranqueable fuera franqueado. La emergencia del partido de Junior hace que todo indique que el partido fundado por Senior siga atravesando plantas en su ruta hacia el centro de la tierra… y que sus escaños, sumados a los del partido de Junior, no alcancen para conseguir la mayoría absoluta.
Mientras, el cada vez más discutido líder de la extrema izquierda y el cada vez más discutible líder de la antigua casa común de la izquierda se dedican a tirarse flores uno a otro. Con su característica soberbia a la altura del Everest, el profesor universitario asegura que en las próximas elecciones generales sólo habrá dos opciones, el PP y Podemos (y éstos eran los que iban a acabar con el bipartidismo), mientras que el antiguo jugador de baloncesto, en un extraño ataque de correspondencia con la verdad, apunta que Junior miente más que habla.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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