La izquierda española –desconozco si ocurre lo mismo en otros países, aunque no me extrañaría que el fenómeno se reprodujera, si bien con menor virulencia que en la piel de toro- contempla a la derecha no como adversarios ideológicos, sino como enemigos. Por ello, plantea la contienda política en términos completamente bélicos. Y no en los de la Convención de Ginebra, precisamente…
Por ello, los que supongo sectores más recalcitrantes de socialistas y comunistas han planteado la unión con el grupito de Junior para, dicen, la derrota definitiva de la derecha. Como sus compadres de las democracias sedicentes populares, sólo contemplan la democracia si el pueblo vota lo que ellos quieren. En caso contrario, como dijo el hermano de Mienmano, el pueblo se ha equivocado.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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