Estados Unidos es un país admirable por muchas cosas. Allí, en general, no existe ese ejemplar tan habitual en España de los maricomplejines, y el asunto de la educación de los hijos se toma bastante en serio (cuando se toma, claro). Si un niño, o un no tan niño, se hace acreedor a un par de bofetones, se le dan y santas pascuas.
Así ha ocurrido en Baltimore. Una madre reconoció a su hijo en las imágenes televisadas de los disturbios que se estaban produciendo y, ni corta ni perezosa, se fue para allá y poco menos que a collejas lo sacó de la algarada. Y para que quede constancia, lo hizo frente a las cámaras de televisión.
Aquí en España ya tendríamos a los defensores del menor (oficiales y oficiosos) poniendo a parir… a la madre.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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