La cada vez menos cómica (en el
anfibológico sentido de graciosa y actriz) y más patética Pilar Bardem ha
manifestado, a propósito del tema del Sáhara Occidental, que se avergüenza de su país, de su Gobierno y de su Jefe de Estado.
A esta mujer, en esta declaración, le
honran dos cosas (lo que no deja de ser una novedad, tratándose de su familia):
el tema que trata (lo de España con el Sáhara Occidental es una verdadera
vergüenza, dígalo Agamenón o su porquero) y el que considere a Su Majestad
Felipe VI como lo que es, el Jefe de Estado de España. En esto se diferencia de
sus compañeros de ideología, que tienen a gala el intentar hacer desplantes a
la Corona con el pretexto de ser republicanos y no monárquicos, confundiendo
así el culo con las témporas, o los principios ideológicos con las más
elementales cortesía y respeto a la legalidad vigente.
Lo que no la honra tanto es que sea
precisamente ahora, a un mes de unas elecciones, cuando se despacha sobre el
tema, ya que la postura de todos los Gobiernos y de todos los Jefes de Estado
españoles (estén unos y otros más o menos a la derecha o a la izquierda) ha
sido en esta materia igual de tibia en todos los casos.
Vamos, que yo me avergonzaría de esta
señora si me importara algo. Pero como, parafraseando a Rhett Butler, no se me
da un ardite…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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