La
noticia de que la mujer de George Clooney podría estar embarazada de gemelos me
sirve como pretexto para, por una vez, apartarme de la política y criticar lo imprecisamente
que, en general, habla la gente hoy en día.
Nombran
a la abogada casada con el actor como su pareja
sentimental. Que lo es, indudablemente (o no, si nos pusiéramos cínicos),
pero que es también, y sobre todo, su esposa. Uno no acaba de explicarse estos
melindres linguísticos salvo siendo mal pensando y coligiendo que se trata de
una acción más dentro de la campaña de acoso y derribo que la progresía en
general emprendió contra la familia en general y la tradicional en particular; aunque,
como leí en alguna parte, cuando a una palabra que nunca ha necesitado de
complementos se le pone un adjetivo, es porque la dupla sustantivo-adjetivo no
responde al significado primigenio del sustantivo aislado: el caso
paradigmático sería el del sedicente matrimonio homosexual.
Otra
costumbre muy extendida es la de decir que Fulanito (o Menganita) ha roto con
su última pareja y vuelve a estar soltero (o soltera). Sin embargo, si uno
consulta el significado del término soltero
en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, aparece como
primera acepción la de Que no se ha
casado, mientras que sólo en un segundo caso signficaría Suelto o libre. Como no creo que los
redactores de la prensa del hígado sepan siquiera que el vocablo es polisémico,
habrá de concluir que su objetivo es el mismo que el anteriormente referido.
Y no
os preocupéis: mañana volvemos (siquiera tangencialmente) a la política, aunque (curioso que hayan
coincidido en dos entradas consecutivas) con un cierto barniz digamos (siendo
generosos) cultural.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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