Cuando
surgieron, hace unos cuantos años, los nuevos
partidos anunciaron que no realizarían la vieja política. Pero tanto en la izquierda moderada como en la
radical, esos nuevos partidos han
manifestado los viejos modos.
Esto
sucede especialmente en el caso de los neocom.
Lo vistan como lo vistan, nada hay más rancio y antiguo en la política que el
comunismo. Un ejemplo clarísimo lo tenemos en el barón valenciano, que osó comparar los poderes del líder
inmarcesible e infalible con los de Saddam Hussein o Franco. Eso sí, rápidamente
pidió disculpas a Junior después de
que se dieran a conocer sus declaraciones en las redes sociales.
Y
es lógico que pida disculpas. Estaba equivocado. Si los poderes del macho alfa de los círculos morados
fueran como esos con los que le compara, ese arranque de sinceridad le habría costado el cuello. Y no en sentido
metafórico, precisamente.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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