jueves, 23 de febrero de 2017

No es un bosque, son rastrojos

En lo técnico, Vicente del Bosque nunca fue gran cosa como entrenador. Fue, más bien, un gestor de vestuarios sin capacidad de elaborar ideas originales. La prueba es que, aunque dio entrada en la selección española de fútbol a muchos jugadores, al final siempre acababa recurriendo a los mismos. Y los mismos eran, básicamente, los provenientes del Fútbol Club Barcelona y aquellos otros a los que personajes como el charnego no vetaban.
Es comprensible que Del Bosque no sienta simpatía por el Real Madrid o, al menos, por su actual directiva. Salió de la entidad de aquella manera, y es humano estar resentido. Incluso más humano el reaccionar favoreciendo al eterno rival de ese club que le hizo salir por la puerta de atrás. Lo que digo es que una persona así queda, automáticamente, inhabilitado como seleccionador nacional español, aunque sus cualidades técnicas fueran la suma de Helenio Herrera y Johann Cruyff con un toque de la flor que decían que tenía Miguel Muñoz.
Y confirman mis palabras el hecho de que la Generalidad de Cataluña haya otorgado al señor marqués el premio Blanquernapor su promoción de Cataluña. Que no digo que no se promocione a esa esquinita del Noreste de España; pero esa no es la tarea del seleccionador nacional de fútbol.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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