Pase
lo de no causar sufrimientos innecesarios a los animales por aquello de que son
seres vivos… aunque nadie parece acordarse de las plantas, que también son
seres vivos y también sienten y padecen, como han demostrado los científicos. Pero
lo de que el parlamento de la Unión Europea va a crear un código de conducta ético para robots y sus fabricantes me parece de aurora boreal (en el caso de los primeros; en el de los segundos, es algo que se da por sentado).
He leído
bastantes de los relatos de Isaac Asimov en los que aparecen robots y estoy,
por lo tanto, familiarizado con sus celebérrimas tres leyes de la robótica. Para
aquellos que no las conozcan (y para alargar un poco la entrada, todo sea
dicho), las reproduzco a continuación:
Primera ley: Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
Segunda ley: Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1ª Ley.
Tercera ley: Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la 1ª o la 2ª Ley.
Estoy
de acuerdo en que algo similar a estas tres leyes debería ser implementado en
las inteligencias artificiales. Pero cuando éstas existan. Porque, no nos
engañemos, todavía no se ha alcanzado eso que se llama inteligencia artificial. En ese aspecto, estamos todavía en
pañales.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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