La
semana pasada tuvieron lugar lo que podríamos llamar callorrendum, es decir, esa suerte de plebiscitos que montaron los neocom que rigen los destinos de la
Villa y Corte para que los madrileños decidieran sobre las cuestiones que los
ediles consideran que pueden interesar a la ciudadanía.
Realizada
la votación, y el lento recuento –a cargo de voluntarios, con las garantías que eso supone-, llegó la hora de hacer las valoraciones (y aquí transcribo las palabras del artículo, porque
reflejan mis pensamientos mucho mejor de lo que yo podría expresar).
La primera en hablar fue la portavoz municipal. Rita Maestre calificó de éxito rotundo y sin paliativos este proceso. Hemos comprobado, como intuíamos, que la ciudadanía madrileña tenía ganas de participar.
Todos los mayores de 16 años y empadronados en Madrid, lo que supone un censo ligeramente superior a los dos millones y medio de personas, estaban llamados a votar en este proceso donde se decidía, entre otras cuestiones, el proyecto para la Plaza de España o algunas más polémicas relacionadas con la Gran Vía. Pues bien, de esos más de dos millones y medio de personas con derecho a voto, han participado 212.108 personas, el 7% de las 2.7000.000 cartas enviadas, mientras que el número de votos emitidos ha sido de 950.015. De este total, un 54% ha participado a través de correo postal, un 35% lo ha hecho por medio del portal digital y, por último, un 11% ha acudido a alguna de las urnas colocadas en la capital. En ningún distrito la participación ha estado por debajo del 5%, destacó el edil Pablo Soto, siendo el de Centro el más participativo con más del 10%.
Se
ve que los conocimientos de Matemáticas y Estadística de los perroflautas
devenidos concejales corren parejos a los de Historia, porque decir que menos
de un ocho por ciento de participación es un éxito sin paliativos es conformarse con muy poco, salvo que
esperaran que votara sólo el cuatro por ciento.
Por
otra parte, está el asunto del Parque Forestal de Valdebebas, rebautizado como Felipe VI por el anterior consistorio y
que parece que se va a desbautizar por los votos de poco más de mil personas. Contra esto se ha levantado una campaña
en Internet que en unos pocos días ha conseguido el doble de votos a favor de
mantener el nombre actual. Como señaló la concejal popular Inmaculada Sanz, el Gobierno de Carmena no puede hacer oídos sordos al clamor de un
barrio entero. No pueden decir, como dijo el señor Murgui el otro día, que
mandan obedeciendo y luego pasarse por el arco del triunfo la demanda de 2.700
personas de Valdebebas. Así, a Ahora
Madrid solo les vale los vecinos que les dan la razón porque al resto o los
ningunean o los insultan.
Eso,
por no hablar de las irregularidades en las votaciones para el proyecto que
finalmente ha salido ganador para la reforma de la Plaza de España…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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