miércoles, 8 de marzo de 2017

Ten cuidado con lo que pides

Si alguna ideología tiene en España que callar sobre su pasado, esa es la de izquierdas.
Ya desde sus orígenes proclamaron que se atendrían a las formas democráticas cuando las mismas les sirvieran para alcanzar sus objetivos, y que en caso contrario no dudarían en saltarse la legalidad; fue también la izquierda la que amenazó de muerte en sede parlamentaria, bien a la cabeza del ejecutivo cuando se encontraban en la oposición, bien al jefe de la oposición cuando eran ellos los que detentaban el gobierno. Fue la izquierda la que, arrogándose unos resultados que no se correspondían con la realidad, y ante el vacío de poder dejado por la renuncia del Jefe del Estado, proclamó la república sin tener competencias ni legitimidad para ello. Fue la izquierda la que pergeñó una Constitución hecha contra la mitad de los españoles; la izquierda la que montó una sublevación armada cuando los resultados en las urnas no le favorecieron; la izquierda la que montó un fraude electoral para asegurarse de obtener el poder; la izquierda la que aceptó una guerra civil, segura de ganarla; la izquierda la que entregó las reservas de oro del Banco de España y la que esquilmó las entidades bancarias en su propio beneficio; la izquierda la que despellejó vivos a los suyos (y esto es literal) al tiempo que hacía sacas de inocentes y montaba chekas cuyas atrocidades dejaban chicas a la tan denostada Inquisición.
Fue la izquierda la que, incapaz de vencer al dictador en el campo de batalla e incapaz de derrocarle durante los cuarenta años que duró su régimen, se subió al carro de la democracia. Fue la izquierda la que, cuando las urnas volvieron a serles hurañas, proclamó que España se ha equivocado. Fue la izquierda la que hizo posible aquello de que España fuera el país donde más fácil es hacerse rico rápidamente. Fue la izquierda la que montó el terrorismo de Estado, no para acabar con el terrorismo de izquierdas, sino para enriquecerse algunos con los fondos de reptiles. Fue la izquierda la que primero montó una trama de corrupción para financiar las formaciones políticas y los sindicatos. Fue la izquierda la que más ha pactado con las formaciones políticas cuyo objetivo último es destruir España. Fue la izquierda la que más ha negociado, pactado y cedido con los terroristas. Fue la izquierda la que contrapuso la democracia de la calle a la democracia del Parlamento, ocupando semanas y semanas las vías públicas, generalmente en ayuntamientos… de derechas.
Es la izquierda la que calla ante regímenes machistas, homófobos y criminales. Es la izquierda la que más mediocres (y eso, siendo generosos) por metro cuadrado ha puesto en las esferas del poder.
Por eso, cuando Junior defiende seguir recordando la cal viva y asegura que quienes dicen 'no hablemos nunca del pasado', demuestran una actitud enormemente autoritaria, demuestra que, además de un tipo autoritario (de eso hablaremos otro día), es un estúpido, o un imprudente… o ambas cosas.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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