jueves, 9 de febrero de 2012

Blanco y en botella

Que los llamados sindicatos más representativos eran de todo menos representativos es algo que cualquiera en España con dos dedos de frente y un poco de objetividad sabía y reconocía. Desde los tiempos de sindicalistas más o menos honestos (recuérdese la PSV) como Redondo o Camacho (ojo, que no digo que se pringaran, pero bajo el mandato de Redondo ocurrió todo el pufo de la PSV), la cosa no ha hecho más que ir a peor, salvo la honrosa excepción de Fidalgo (no hay más que ver cómo prepara Tojo las huelgas generales: yéndose a un balneario, o de crucero). Pero ahora, por fin, sabemos en qué cifra no son representativos: más de un ochenta por ciento de los parados (es decir, más de cuatro millones de personas) cree que los sindicatos no se ocupan de ellos
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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