domingo, 5 de febrero de 2012

Están muy mal acostumbrados

Hace ahora casi un año, el movimiento de los indignantes indignados, por otro nombre perroflautas, se enseñoreó de las calles y plazas de media España. Con la complacencia de los entonces gobernantes, camparon a sus anchas proclamando sus consignas demagógicas e hipócritas (no hay más que ver lo que hizo el perroflauta al que le tocó un premio en la lotería: largarse a montar una empresa, en lugar de compartir el premio con sus camaradas… si es que el dinero es la causa de todos los males…), porque así convenía a los que entonces mandaban en el país.
Pero ahora, las cosas han cambiado. Ya no mandan los mismos. De hecho, ahora los que mandan son aquellos a los que los indignantes criticaban acerbamente. Ahora, a los indignantes se les trata como los delinquidores que son. Ellos exigen (¡exigen, nada menos!) respeto. El mismo que ellos tuvieron con comerciantes y viandantes durante sus insalubres e ilegales concentraciones, supongo…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!! 

No hay comentarios: