martes, 21 de febrero de 2012

Quod erat demostrandum


Una de las principales reclamaciones de todos aquellos que no pertenecen al progretariado es que el Estado deje de financiar a los sindicatos. Pero es que los propios sindicalistas aportan razones para ello. Cuando se ha descubierto que José Ricardo Martínez, ese aguerrido defensor de la escuela pública –que, sin embargo, lleva a sus hijos a la privada, en un ejercicio de incoherencia perfectamente coherente con su filiación política- cobra un pastizal como miembro del consejo de Bankia, antes CajaMadrid, el susodicho ha declarado que semejante cantidad de dinero la entrega íntegra al sindicato. Dejando aparte el hecho de que el insigne economista Cándido Méndez declare que no ver ningún problema moral en ello (para ello tendría que tener moral), el hecho es que, con semejantes aportaciones, la necesidad de fondos públicos para coadyuvar al mantenimiento de los sindicatos resulta cuando menos cuestionable.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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