viernes, 10 de febrero de 2012

El juez estrella se estrella

Parece que, después de todo, sí que hay Justicia en España. Algo, al menos. Baltasar Garzón ha sido condenado por prevaricación en la instrucción del caso Gurtel. Al igual que en el proceso que se sigue contra él por el caso de los sedicentes crímenes del franquismo, no se ha procedido por motivaciones políticas, aúlle lo que aúlle la turbamulta liberticida (tan liberticida como el propio juez) que le apoya. No se le ha procesado por investigar una presunta trama de corrupción relacionada con el Partido Popular. No se le ha procesado por investigar la época de Franco. Se le ha procesado porque, en ambos casos, infringió la Ley: la confidencialidad de las conversaciones entre abogado y cliente en el primer caso, la competencia en el segundo.
Pero supongamos, por un momento, que sí se le hubiera enjuiciado y condenado por razones políticas (las únicas, además de las relativas a su ego hipertrofiado, que parece entender el condenado). Que se haya procedido contra él porque investigó la corrupción ligada a un partido de derechas, y porque quiso reparar el sufrimiento de las víctimas de una dictadura de derechas. Supongamos que es así. En ese caso, Garzón y sus correligionarios son todavía más estúpidos de lo que cabía suponer (y eso ya es mucho). Si desde 1.985 Montesquieu (es decir, la separación de poderes) está muerto (Alfonso Guerra dixit), y en los últimos ocho años quien ha gobernado en España han sido el PSOE y los nazionanistas, resulta que han colocado en la cúpula judicial a un montón de jueces de los llamados conservadores. Hay que ser inútil.
Por otra parte, la reacción de las fuerzas políticas de izquierda las retrata perfectamente: el PSOE la critica sin haberla leído, y los comunistas dicen que no la acatan.
Y en cuanto a ese grupo de Facebook de apoyo al gran juez Baltasar Garzón… si tan gran jurista es… ¿cómo es que, sistemáticamente, instruía de forma tan chapucera?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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