Dice
el adagio latino (o latino macarrónico, no sé) que excusatio non petita, excusatio manifesta. Tras cambiar los
contenidos de la asignatura de Educación para la Ciudadanía (¿por qué no
suprimir ese engendro progresoide, directamente?), el Ministro Wert ha cedido a las exigencias de Cataluña (se supone
que es una metonimia del todo por la parte, es decir, que las presiones son de
los necionanistas catalanes) y ha
eliminado la expresión nacionalismo
excluyente. Dejando aparte el pleonasmo, si no se consideran excluyentes…
¿a qué viene ese rasgo de generosidad para con los que sí lo serían?
Por
otra parte, aducir –como hace la consejera catalana de educación- que si es un concepto que no se entiende de la
misma manera, quiere decir que no es académico ni riguroso sería dar pie a
eliminar de un plumazo casi toda la materia ideológicamente sensible del citado
engendro pedagógico, puesto que está claro que algunos entendemos matrimonio (por ejemplo) en un sentido
muy distinto al que entiende el progretariado…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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