Hasta la fecha no había leído ninguna obra de
Albert Espinosa. Había oído hablar de él, claro está, con motivo de Planta Cuarta, la película que hizo
Antonio Mercero basándose en una de sus obras, y también con motivo de su
propia trayectoria vital.
Esta novela no es del tipo que suelo leer.
Por no ser, el libro ni siquiera me pertenece, aunque pasó por mis manos, ya
que el título me llamó la atención y lo compré para regalarlo por su cumpleaños
a una querida amiga.
Una vez leído, puedo decir que resulta un
libro bonito, pero no demasiado de mi gusto. No por su calidad intrínseca sino
porque, podríamos decir, no se hizo la miel para la boca del asno. Demasiado
poético, quizá; por otra parte, ese estilo de narrativa directa, casi como si
el autor contara la historia directamente al lector, entrecortado y con tantos
puntos suspensivos, no ha acabado de agradarme. Pero ya digo, es una buena
novela, y transmite un cierto optimismo vital que la hace recomendable.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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