martes, 18 de junio de 2013

De trapos

Estos días, de rato en rato, he estado viendo los partidos de la final de la liga de baloncesto española. No puedo decir que me sorprendiera -aunque sí me resultó desagradable- el ver banderas independentistas catalanas. No sólo por lo que representan, sino por la discriminación que suponen ese tipo de banderas respecto a la rojigualda del águila de San Juan, bandera bajo la cual nacieron todos aquellos españoles que tengan más de treinta y dos años. Bandera, por lo tanto, constitucional; no como la estelada o la tricolor republicana, ambas inconstitucionales y anticonstitucionales (además de asesinas, pero esa es otra historia...)
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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