Ya es malo que los necionanistas catalanes (que en esto no tienen nada de necios) se aprovechen del resto de España, proclamando además, a los cuatro vientos, que España les roba (cree el ladrón que todos son de su condición).
Que los llamados partidos nacionales hayan transigido con semejante desfachatez cuando, por causa de la aritmética parlamentaria, necesitaban de su apoyo para gobernar puede llegar a ser hasta comprensible. Pero que consientan en la chulería y el chantaje cuando han tenido una holgada mayoría absoluta sólo cabe atribuirlo a la maldad (en el caso de la izmierda) o a un acomplejamiento estúpido (en el caso de la derecha… porque si ellos también lo hacen por maldad, apaga y vámonos).
Y lo peor de todo son las distintas justificaciones que ese sacaperras llamado Montoro va soltando cuando el llamado déficit a la carta provoca la lógica indignación entre el común de los españoles. Primero dijo que garantizaba la igualdad de los españoles. Sí, claro, eso como si dijera para haceros iguales os voy a tratar de distinta manera… y a ellos mucho mejor que a vosotros. Y luego, para acabar de estropearlo, ha dicho que el déficit a la carta es necesario porque algunas comunidades autónomas casi desfallecen. Claro, como son unas despilfarradoras y unas corruptas, vamos a darles más de nuestro dinero, para que se lo gasten en pesebres y mamandurrias identitarios.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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