domingo, 16 de febrero de 2014

Espadas y nigromantes

Conocía las historias de Fafhrd y el Ratonero Gris (que por lo visto introducen la picaresca en el género, al igual que el Conan de Howard lo creó y el Elric de Moorcock, ya leído, aportó la vertiente místico-mágica) desde hace años, cuando me crucé con la versión en cómic que se publicó, aunque no sabía que se había realizado una edición de los relatos hasta que vi el tomo en la tienda donde compro mis tebeos. Aunque es lo que se llama una edición ómnibus (es decir, que reúnen todas las obras en un número reducido de volúmenes, dos en este caso), iré haciendo las entradas del blog conforme vaya terminando las obras individuales.
Y la primera de esas obras es la que da título a esta entrada. Comprende cuatro historias más breves (la primera, de hecho, de un par de páginas), aunque sólo en la última los dos personajes que dan título al ciclo se encuentran verdaderamente (como se menciona en el relato, es la segunda vez que se cruzan sus caminos) y traban amistad.
La palabra que me viene a la mente para describir el estilo narrativo de Leiber es calmado. Presta atención a los detalles y los describe con precisión, aunque no con profusión. Quiero decir, el lector se hace una idea exacta de la situación, pero en dos o tres páginas apenas han pasado cosas o ha cambiado la escena… hasta que pasan o hasta que cambian. Pero se lee bien, y te deja con ganas de más.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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