domingo, 16 de febrero de 2014

La sanidad pública se vende

Cuando el gobierno regional de Madrid anunció su intención de privatizar la gestión de varios hospitales de la región, una marea blanca tomó las calles protestando por semejante medida, al tiempo que se interponían recursos ante los tribunales. Finalmente, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha paralizado el proceso, lo que provocó la dimisión del consejero de Sanidad.
Que la oposición a la privatización de la gestión provenía de intereses particulares de los médicos, y no generales de los enfermos, lo demuestra que el presidente de la patronal sanitaria considerase que se había hecho un uso demagógico de los intereses laborales de un colectivo (los médicos) al tomar esta decisión. Y que era una embestida contra el buque insignia del poder regional del PP lo demuestra el que Tomenos se apresurase a apuntarse el mérito, aunque luego viniese el hijo de P diciendo que se trataba de un éxito de mucha gente, y que el PSOE se había limitado a estar ahí, apoyando las manifestaciones.
Uno de los eslóganes más repetidos era que la sanidad pública no se vende. Eso quizá fuera cierto (por más que no se privatizaba la sanidad, repitámoslo, sino únicamente la gestión), pero sólo porque ya estaba comprada por (o vendida a) los intereses de la izquierda, que busca conseguir en la calle lo que las urnas les deniegan. Y lo demuestra el hecho de que en otras dos regiones (Andalucía y Cataluña) ya existen desde hace bastante tiempo hospitales públicos de gestión privada, sin que los pacientes ni mucho menos los propios médicos hayan dicho nada al respecto. ¿Será quizá porque en esas regiones no gobierna el Partido Popular?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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