sábado, 10 de mayo de 2014

Qué mala que es la envidia

Hace pocos días mencioné a Belén Esteban, que en la presentación de su libro había coincidido con un líder necionanista catalán. Hoy vuelvo a mencionarla a tenor de las decalraciones de Lucía Echebarría, que ha arremetido contra la princesa del pueblo porque ésta tenía una caseta para firmar ejemplares, mientras que la literata ha tenido que hacerlo en plena calle, comunicando además por las redes sociales su localización exacta para que pudieran encontrarla (o evitarla).
Es probable que Echebarría tenga más cultura y más nivel literario que la Esteban. Lo que en su soberbia es incapaz de percibir es que, en cambio, hay mucha menos gente que compra sus libros. Esa, y no otra razón, es la causa de que la Esteban tenga una caseta, y ella no.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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