viernes, 9 de mayo de 2014

Zapateradas

Recientemente, el último presidente socialista español ha recibido un premio por parte de alguna organización filohomosexual. Dicho galardón recibe el nombre de premio pluma. Hay que agradecer que la denominación no dé lugar a equívocos sobre quiénes lo conceden; eso sí, que luego no se vengan quejando de estereotipos retrógrados y demás…
Pues bien, en la citada gala en actual consejero de Estado ha soltado una de sus típicas bobadas: ha dicho que tendría que haber puesto la bandera gay en Moncloa. Teniendo en cuenta que colocó la cuatribarrada catalana al mismo nivel que la rojigualda española, a nadie le habría extrañado… como a nadie le extraña que diga esas tonterías, la verdad.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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