martes, 27 de enero de 2015

El tiempo no perdona

En sus tiempos –hace un cuarto de siglo- tenía una cierta gracia escuchar los desvaríos de José Manuel Beirás, el líder del regionalismo –porque hablar de nacionalismo en una región que sólo fue entidad política independiente hace milenio y medio se me antoja un punto exagerado- radical gallego, ese que, como en las demás regiones españolas llamadas nacionalidades históricas (que nunca han sido nacionalidades, y mucho menos históricas) es frontero con el terrorismo.
Sin embargo, cada vez resulta más patético en sus luchas por conseguir un poco de atención de los medios de comunicación. Porque sólo desde esta óptica cabe tolerar sus cada vez más frecuentes despropósitos (el último, acusar al Partido Popular de matar másgente con la hepatitis que la yihad, como si Mariano y sus muchachos fueran por ahí inoculando virus).
La alternativa es considerar que se trata de las excreciones de una mente enferma, por locura o senilidad, en cuyo caso lo más piadoso, para él y para los demás, sería internarle en una institución en la que pudieran cuidarle apropiadamente.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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