jueves, 15 de enero de 2015

La ética bien entendida

El doctor Monzón, por una vez, tuvo gracia y dio en el blanco, cuando definió a la pareja de Junior como Tania de Borbón, la infanta roja, que no sabe nada, no recuerda nada, no hizo nada.
En efecto, se ha puesto a caer de un burro –y con razón- a la Infanta Cristina o a Ana Mato, que como exculpación alegaban que ellas no sabían nada de lo que hacían sus parejas. Pero cuando excusas de jaez semejante salen de la boca de alguien de la izmierda, a pesar de que la señorita Sánchez fue alumna de los talleres de la cooperativa de su hermano y de que dicha cooperativa tenía su sede social en el hogar familiar, los líderes de la formación se despachan diciendo que eso no es corrupción, sino un error de tipo ético.
Pues ese tipo de errores, los éticos, quedan además muy poco estéticos cuando son cometidos por personajillos a los que se les llena la boca con proclamas de honradez y limpieza.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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