martes, 11 de agosto de 2015

Democracia á la Podemos

Embarcados en una vorágine antimonárquica –y, por lo tanto, en el momento presente, anticonstitucional-, los diversos ayuntamientos gobernados por los neocom intentan borrar a la corona de la vida pública, aduciendo para ello sus convicciones republicanas.
En Barcelona o Cádiz se dedican a retirar las efigies, en lienzo o escultura, del actual Jefe del Estado o de su padre. En Zaragoza, en cambio, el equipo de gobierno de la capital aragonesa ha decidido cambiar el nombre al pabellón Príncipe Felipe para sustituirlo por el de un baloncestista recientemente fallecido de cáncer (o, como suele decirse en la prensa, tras larga y dolorosa enfermedad, sea cual haya sido la duración de la agonía y el grado de padecimiento).
De nada ha servido que el pleno municipal haya rechazado el cambio de nombre. Con típica terquedad baturra, los neocom se han empecinado en seguir adelante con el cambio de denominación, apoyándose en lo que ellos llaman demanda ciudadana.
Como siempre, la izquierda sólo escucha lo que piden los ciudadanos cuando está de acuerdo con lo que ella desea. En caso contrario, como quien oye llover…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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