miércoles, 5 de agosto de 2015

Y encima querrá mimitos

Hace unos días hablaba de las medidas que la –más que flamante, inflamada- recién estrenada alcaldesa de Barcelona había tomado en el mes escaso que lleva apoltronada en el puesto. Y parte de esas medidas las ha tomado cuando el Jefe del Estado se encontraba de visita en la Ciudad Condal.
En dicha visita, Su Majestad el Rey se mostró especialmente efusivo con quien estaba a punto de afrentar el efigie a su Real padre, al tiempo que ignoraba (majestuosamente, podríamos decir) al presidente de la Generalidad, que días antes le había visitado en su lugar de trabajo para explicarle cómo piensa cargarse la patria común e indivisible de todos los españoles, y que había hecho exclamar al monarca, según dice el famoso minorista de anchoas, que la situación era irreconducible.
Arturito Menos –que no soporta que nadie sea más que él-, se tomó el real desaire poniendo cara de menos amigos todavía que de costumbre (lo cual ya es decir bastante). Pues nada, si le jodió, olé por Su Majestad.
Que ya está bien de ir de panolis por esa esquinita del Noreste de España, carajo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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