miércoles, 12 de agosto de 2015

Hay que jo… robarse con Rosita de Pitiminí

Cuando esta mañana he ido a comprar la prensa, me he encontrado con que habían salido las llamadas revistas del corazón (aunque, dados los temas que tratan, deberían apuntar a otras vísceras situadas dos o tres palmos más abajo y algo más centradas). En una de ellas –Semana, creo que era- aparecía Bárbara Rey diciendo Nunca he sido la amiga entrañable del Rey.
Vamos a pasar por alto que los Borbones (y las Borbonas) tienen fama de ser ligeros de cascos y aficionados a buscar compañía fuera del lecho conyugal. Vamos a pasar por alto que ha corrido con insistencia la especie de que la ex vedette, ex domadora consorte y ex actriz ha sido la amante de llamado rey emérito, o una de tantas. Vamos a pasar por alto que el decir eso cuando nadie la ha preguntado demuestra que la especie es cierta, o que ella anda muy necesitada de dinero para venir ahora con esas, o ambas cosas a la vez. Pasemos todo ello por alto.

Lo que no se puede pasar por alto es que el llamar amiga entrañable a lo que toda la vida se ha llamado querida, amante o, como me han dicho en la tienda de periódicos, ser más puta que María Martillo (aunque lo más probable es que la tal María fuera una mujer de lo más decente con una mala fama completamente infundada e inmerecida), es algo que resulta de una cursilería francamente vomitiva.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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