jueves, 15 de octubre de 2015

¡Hala con Alá!

La semana pasada saltó la noticia –luego en principio desmentida por fuentes del club- que durante la celebración por la consecución de la Supercopa de baloncesto (trofeo que en puridad debería corresponderle al Real Madrid, al igual que la de fútbol al Barcelona, puesto que cada equipo ganó las dos competiciones correspondientes en su deporte respectivo) un jugador azulgrana, de nacionalidad senegalesa y de religión musulmana, entró en un estado de frenesí –y no precisamente etílico- al ser mojado con cava.
Esto me trae a la memoria el hecho de que en los grandes premios de Fórmula 1 y de motociclismo que se celebran en países musulmanes –no he visto todavía a las hordas presuntamente laicas y realmente anticatólicas protestar en tales casos por la falta de separación entre religión y política, es decir, por la falta de aconfesionalidad- las bebidas espumosas que se entregan a los ganadores no son alcohólicas, sino un sucedáneo apto para mentalidades mahometanas.
Estaría bien que en tales países se mostrara con otras religiones en general, y con los cristianos en particular, el mismo respeto y la misma tolerancia que ellos nos exigen a nosotros.
A veces, dándose de cabezazos contra las paredes.


¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: