Dijo
sir Winston Leonard Spencer Churchill que un fanático es alguien que no
puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema. Como en tantas otras
cosas, el eximio político británico acertó de pleno, porque fanáticos son los
golpistas catalanes -o, al menos, actúan como si lo fueran-, y no pierden
ocasión de demostrarlo vez tras vez.
En
medio de la pandemia que nos asuela, los filogolpistas siguen erre que erre con
sus monsergas. El presidente de la cámara de comercio de Barcelona ha dicho, y
se ha quedado tan ancho, que España es paro y muerte; Cataluña es vida y futuro. Todo ello, a pesar de que los expertos de Chistorra (debe
comprarlos en el mismo mercado que Pierre Nodoyuna los suyos, visto cómo
aciertan y cómo les va) descartaron la pandemia y compararon el Covid-19 con un
resfriado que no llegaría a Cataluña.
La
gran desgracia es que estos fanáticos rigen las vidas de muchos catalanes, que
si no dan ganas de dejar que se pudran ellos solos como el detrito que son. Lo cual
viene a ser redundante, porque el detrito a que hago referencia ya es materia
fecal en descomposición.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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