lunes, 8 de agosto de 2022

A él, plim

El psicópata de La Moncloa echará la culpa de que sus vaticinios no se cumplan (en realidad, echa, puesto que sus pronósticos no se cumplen ni por equivocación) a todo lo que se le ponga por delante.

Sin embargo, lo malo de hacer responsables a los demás -ya sean los argelinos, los rusos, los empresarios, los ciudadanos o la derecha- es que esos imputados pueden responder y, de hecho, suelen hacerlo. Por ello, es mucho mejor echar la culpa a algún ente inanimado, que no pueda replicar.

Y, de todos, el favorito es el tan traído y llevado cambio climático, una rebuznancia como un castillo porque el clima es, por esencia, cambiante. Y como al psicópata le da lo mismo Juana que su hermana, en cuanto a entornos en los que soltar sus proclamas, hace unas semanas aprovechó el incendio del parque nacional de Monfragüe para sentenciar que el cambio climático mata. Tanto da que los incendios fuera intencionados o que no se hubieran hecho las labores de prevención adecuadas: la culpa de todo era del cambio climático.

No se debe dar cuenta -y si se la da, le importa una higa- de que, contaminando como contamina a desplazarse, es más responsable que la mayoría de los españoles de esas muertes…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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