domingo, 21 de agosto de 2022

Por su propio bien

La izquierda está tan imbuida de su auto concedida superioridad moral que consideran saber mejor que los propios interesados en cada caso qué es lo que le conviene a la gente.

Tomemos el caso de las llamadas políticas de género. En la cúpula neocom no hay, que se sepa, transexuales ni homosexuales. Sin embargo, legislan sobre la materia con una alegría merecedora de mejores objetivos.

Y si alguien afectado por esa legislación -una persona transexual, y empleo el término neutro persona porque nunca está claro si te tienes que referir a estas personas por su sexo de origen o por el de destino- critica una de estas normas, señalando que están usando a su colectivo como borregos para llegar al poder, lo que ocurre es que todos los terminales mediáticos y políticos de la izquierda se echan encima de esa persona, linchándola (figuradamente) hasta el extremo de tener que renunciar a pronunciar el pregón del orgullo NoCHe.

Total, qué sabrán ellos…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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