De acuerdo con Wikipedia, quinta columna es una expresión utilizada para designar, en una situación de confrontación bélica, a un sector de la población que mantiene ciertas lealtades (reales o percibidas) hacia el bando enemigo, debido a motivos religiosos, económicos, ideológicos o étnicos. Tal característica hace que se vea a la quinta columna como un conjunto de personas potencialmente desleales a la comunidad en la que viven y susceptibles de colaborar de distintas formas con el enemigo.
En este sentido,
podríamos considerar que en España tenemos a los quintacolumnistas en la
cúspide de la organización social, puesto que uno de los mayores enemigos del país
está constituido, precisamente, por el desgobierno socialcomunista que tenemos
la desgracia de padecer. Y de ello no se libran ni los teóricamente más profesionales
o apartidistas: por acción o por omisión, todos están contribuyendo a la tarea
de desmantelamiento del país en que parece estar embarcado el psicópata de La
Moncloa.
Es el caso de una serie
de historietas, publicadas por el Ministerio de Defensa, que más parecen editadas
por los departamentos editoriales de los ierreceos o los terroristas,
dado el poco respeto que muestran, no ya con la historia militar española sino,
directamente, con la Historia con mayúsculas. Ante la carta dirigida al
ministerio por un grupo de historiadores, el departamento a cuyo frente se
encuentra Margarita Robles se apresuró a retirarlos, sin dar más explicaciones.
Lo curioso es que un doctor
en Historia, primer nombre que aparecía entre los abajofirmantes, manifestó
su deseo de desvincularse de la carta. Según él, se ha gestionado muy mal,
y no está de acuerdo con lo que se ha hecho con ella. Aunque, siendo un
doctor, y no habiendo tenido parte en su redacción, lo verdaderamente llamativo
es que firmase antes de conocer su contenido completo. Al menos, reconoce que fue
un grave error firmar antes de tener una idea clara del contenido.
Pues para la próxima vez ya lo sabes, doctorcito…
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