Se suele decir que, siendo un partido federal, el PSC es la federación catalana del partido de la mano y el capullo.
En realidad, es más bien al revés: el partido
con sede en Ferraz es la delegación en el resto de España de los
criptosecesionistas de la mano y el capullo, dado que tradicionalmente han
venido haciendo lo que los de la barretina han exigido, dado el peso cada vez
mayor de los resultados en la región para las posibilidades de gobernar en
España.
Pero la tradicional obediencia perruna en
tiempos de vacas gordas se torna en murmullos y descontento cuando las
perspectivas pintan del color de culo de hormiga. Y cuando Santos Cerdán se ha
visto a dimitir, acosado por las cada vez más crecientes evidencias de ser
parte de la trama de corrupción que es el PSOE, ha saltado a la palestra la
posible designación de una diputada de los de la barretina como sucesora suya.
Y claro, eso no ha sentado nada bien a este lado del Ebro...
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