Cuando las incoherencias empezaron a aflorar en la versión de los hechos que la auxiliar de enfermería contagiada de ébola proporcionó a los medios, bien ella directamente o a través de otros, algunos empezamos a sospechar que quizá alguien no estaba ateniéndose fielmente a lo ocurrido.
Ahora, ante la amenaza de una querella por parte de la médico que la atendió, Teresa Romero ha reconocido que no la informó de su contacto con pacientes de ébola, aunque (siempre hay un aunque) en ningún caso superó la fiebre límite que podría indicar que se padece ébola.
Cabe señalar que si bien la inferencia si tienes más de cierta fiebre, tienes ébola puede ser correcta, su inversa –si tienes ébola, tienes más de cierta fiebre- no siempre ha de serlo. Para muestra, la interfecta.
Y mientras, su marido, erre que erre, afirmó que ella creía realmente haber informado a la médico durante la consulta. Pues creíques y penseques son las palabras que suelen usar quienes no han dicho la verdad y buscan justificarse…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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